¿Qué causa el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco puede surgir a partir de una variedad de factores que a menudo involucran una combinación de problemas subyacentes. Mientras que algunas causas tienen su origen en factores ambientales o el estilo de vida, otras están relacionadas con condiciones sistémicas de salud o medicamentos. A continuación, se presentan algunas de las causas más comunes del síndrome del ojo seco, como:
Envejecimiento
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta innúmeros cambios y la producción de lágrimas es uno de ellos. La producción de lágrimas tiende a disminuir con el avanzo de la edad, por lo que el ojo seco es más común en adultos mayores, en particular en aquellos mayores de 50 años. Esta disminución natural en la producción de lágrimas hace que los ojos sean más vulnerables a factores ambientales estresantes, como viento, aire seco y tiempo prolongado delante de pantallas, lo que agrava los síntomas del ojo seco.
Cambios hormonales
Las fluctuaciones hormonales pueden tener un impacto significativo en la producción de lágrimas. Las mujeres son particularmente susceptibles al ojo seco durante los cambios hormonales que ocurren a lo largo de la menopausia, el embarazo o mientras usan anticonceptivos orales. El estrógeno, una hormona clave en la regulación de la producción de lágrimas, tiende a disminuir durante estos momentos, lo que reduce el volumen y la calidad de las lágrimas. Comprender el componente hormonal en el ojo seco puede ser determinante para identificar y controlar la enfermedad, especialmente para las mujeres en estas etapas de la vida.
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden interferir en la producción o la calidad de las lágrimas, lo que provoca síntomas de ojo seco. Estos medicamentos incluyen antihistamínicos, descongestionantes, antidepresivos y medicamentos para la presión arterial. Estas drogas pueden reducir la secreción de lágrima o alterar su composición, haciéndolas menos eficaces para mantener los ojos lubricados.
Las personas que toman medicamentos a largo plazo pueden ser más propensas a desarrollar ojo seco. Por ello, es esencial averiguarlo con el médico, si surgen síntomas.
Factores ambientales
Las condiciones ambientales pueden desempeñar un papel importante en la aparición o el empeoramiento de los síntomas del ojo seco. La exposición al viento, al humo del cigarrillo, a climas secos y al aire acondicionado, puede aumentar la evaporación de las lágrimas. La exposición prolongada a estas condiciones sin la protección adecuada, como el uso de gafas de sol o del humidificador, puede provocar una rápida evaporación de la película lagrimal causando sequedad, irritación y molestia.
Las personas que viven en climas áridos o que trabajan con frecuencia en ambientes con aire acondicionado deben tomar precauciones adicionales para proteger sus ojos.
Cirugía ocular
Las cirugías oculares, como la de catarata y la cirugía refractiva (LASIK), pueden interrumpir el proceso normal de producción de lágrima y dañar la superficie del ojo. Estos procedimientos pueden dañar los nervios corneales, que desempeñan un papel fundamental en la señalización de la producción de lágrima. Como resultado, los pacientes que se someten a estas cirugías pueden experimentar síntomas de ojo seco temporales o a largo plazo.
Es esencial que las personas que planean una cirugía ocular discutan los riesgos potenciales de ojo seco con su cirujano y consideren estrategias pre y postoperatorias para controlar la enfermedad.
Uso de pantallas
En la era digital actual el uso prolongado de pantallas, ya sea de computadoras, teléfonos inteligentes o tabletas, es un contribuyente común al síndrome del ojo seco. Al mirar una pantalla durante períodos prolongados, las personas tienden a parpadear con menos frecuencia, lo que hace que las lágrimas se evaporen más rápidamente. La tasa de parpadeo reducida no solo acelera la evaporación de las lágrimas, sino que también impide su distribución adecuada sobre la superficie del ojo, lo que provoca molestias, sequedad e, incluso, visión borrosa.
Tomar descansos regulares y parpadear conscientemente puede ayudar a mitigar los efectos del uso de pantallas en los síntomas del ojo seco.
Condiciones de salud
Ciertas condiciones sistémicas de salud pueden contribuir al síndrome del ojo seco. Las enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren, pueden reducir la producción de lágrimas al atacar las glándulas responsables de producir la lágrima. Además, enfermedades como la diabetes y los trastornos de la tiroides, también pueden alterar la producción y la calidad de las lágrimas.
En los casos en que el ojo seco se asocia con una condición de salud subyacente, el manejo de la enfermedad primaria es determinante para controlar los síntomas del ojo seco.
Problemas de párpado
Los trastornos de párpado, como la blefaritis, el entropión o el ectropión, pueden interferir en la distribución y el drenaje adecuados de las lágrimas. La blefaritis, una afección caracterizada por la inflamación del borde de los párpados, puede bloquear las glándulas de Meibomio ocasionando una mala calidad de la lágrima. El entropión (en que los párpados se giran hacia adentro) o el ectropión (en que los párpados se giran hacia afuera) también pueden hacer que las lágrimas se drenen incorrectamente, exacerbando los síntomas de ojo seco.
El diagnóstico y el tratamiento adecuados de los trastornos de párpado pueden ser fundamentales para aliviar los síntomas de ojo seco y prevenir complicaciones adicionales.
Disfunción de la glándula de Meibomio (MGD)
Las glándulas de Meibomio, ubicadas a lo largo de los bordes de los párpados superior e inferior, tienen un papel crucial para el mantenimiento de una película lagrimal saludable, al producir una sustancia aceitosa llamada meibum. Este aceite forma la capa exterior de la película lagrimal evitando que las lágrimas se evaporen demasiado rápido. Cuando estas glándulas están bloqueadas o funcionan mal (la afección conocida como disfunción de las glándulas de Meibomio, [MGD, por sus siglas en inglés]), la película lagrimal se vuelve inestable ocasionando síntomas de ojo seco.
La MGD es una de las causas más comunes de ojo seco y requiere tratamientos específicos para abordar la disfunción subyacente de la glándula.
Lentes de contacto
El uso prolongado de lentes de contacto puede contribuir a los síntomas de ojo seco al “desordenar” la película lagrimal y disminuir la producción de lágrimas. Las lentes de contacto pueden causar irritación mecánica en la superficie del ojo y reducir la cantidad de oxígeno que llega a la córnea ocasionando molestias y sequedad.
Las personas que usan lentes de contacto regularmente tienen un mayor riesgo de desarrollar ojo seco, especialmente si no siguen las rutinas adecuadas de cuidado de las lentes o las usan por períodos prolongados, sin interrupción.