¿Qué es el ojo seco?

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Entendiendo la enfermedad del ojo seco: la guía completa para pacientes
 

El síndrome del ojo seco (DES, por sus siglas en inglés) es una enfermedad común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Ocurre cuando los ojos no producen lágrimas suficientes o cuando las lágrimas se evaporan demasiado rápido, lo que provoca molestias, alteraciones visuales y posibles daños en la superficie del ojo.

Aunque a menudo se considera como un inconveniente menor, el ojo seco no tratado puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona perjudicando el rendimiento laboral, las interacciones sociales y el bienestar general. Esta guía completa tiene como objetivo ayudar a las personas que padecen el síndrome del ojo seco a comprender las causas, los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento, lo que les permitirá tomar medidas proactivas para controlar su afección de manera efectiva.

¿Qué causa el síndrome del ojo seco?

 

El síndrome del ojo seco puede surgir a partir de una variedad de factores que a menudo involucran una combinación de problemas subyacentes. Mientras que algunas causas tienen su origen en factores ambientales o el estilo de vida, otras están relacionadas con condiciones sistémicas de salud o medicamentos.  A continuación, se presentan algunas de las causas más comunes del síndrome del ojo seco, como:

Envejecimiento

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta innúmeros cambios y la producción de lágrimas es uno de ellos. La producción de lágrimas tiende a disminuir con el avanzo de la edad, por lo que el ojo seco es más común en adultos mayores, en particular en aquellos mayores de 50 años. Esta disminución natural en la producción de lágrimas hace que los ojos sean más vulnerables a factores ambientales estresantes, como viento, aire seco y tiempo prolongado delante de pantallas, lo que agrava los síntomas del ojo seco.

Cambios hormonales

Las fluctuaciones hormonales pueden tener un impacto significativo en la producción de lágrimas. Las mujeres son particularmente susceptibles al ojo seco durante los cambios hormonales que ocurren a lo largo de la menopausia, el embarazo o mientras usan anticonceptivos orales. El estrógeno, una hormona clave en la regulación de la producción de lágrimas, tiende a disminuir durante estos momentos, lo que reduce el volumen y la calidad de las lágrimas. Comprender el componente hormonal en el ojo seco puede ser determinante para identificar y controlar la enfermedad, especialmente para las mujeres en estas etapas de la vida.

Medicamentos

Ciertos medicamentos pueden interferir en la producción o la calidad de las lágrimas, lo que provoca síntomas de ojo seco. Estos medicamentos incluyen antihistamínicos, descongestionantes, antidepresivos y medicamentos para la presión arterial. Estas drogas pueden reducir la secreción de lágrima o alterar su composición, haciéndolas menos eficaces para mantener los ojos lubricados. 

Las personas que toman medicamentos a largo plazo pueden ser más propensas a desarrollar ojo seco. Por ello, es esencial averiguarlo con el médico, si surgen síntomas.

Factores ambientales

Las condiciones ambientales pueden desempeñar un papel importante en la aparición o el empeoramiento de los síntomas del ojo seco. La exposición al viento, al humo del cigarrillo, a climas secos y al aire acondicionado, puede aumentar la evaporación de las lágrimas. La exposición prolongada a estas condiciones sin la protección adecuada, como el uso de gafas de sol o del humidificador, puede provocar una rápida evaporación de la película lagrimal causando sequedad, irritación y molestia. 
Las personas que viven en climas áridos o que trabajan con frecuencia en ambientes con aire acondicionado deben tomar precauciones adicionales para proteger sus ojos.

Cirugía ocular

Las cirugías oculares, como la de catarata y la cirugía refractiva (LASIK), pueden interrumpir el proceso normal de producción de lágrima y dañar la superficie del ojo. Estos procedimientos pueden dañar los nervios corneales, que desempeñan un papel fundamental en la señalización de la producción de lágrima. Como resultado, los pacientes que se someten a estas cirugías pueden experimentar síntomas de ojo seco temporales o a largo plazo.

Es esencial que las personas que planean una cirugía ocular discutan los riesgos potenciales de ojo seco con su cirujano y consideren estrategias pre y postoperatorias para controlar la enfermedad.

Uso de pantallas

En la era digital actual el uso prolongado de pantallas, ya sea de computadoras, teléfonos inteligentes o tabletas, es un contribuyente común al síndrome del ojo seco. Al mirar una pantalla durante períodos prolongados, las personas tienden a parpadear con menos frecuencia, lo que hace que las lágrimas se evaporen más rápidamente. La tasa de parpadeo reducida no solo acelera la evaporación de las lágrimas, sino que también impide su distribución adecuada sobre la superficie del ojo, lo que provoca molestias, sequedad e, incluso, visión borrosa. 

Tomar descansos regulares y parpadear conscientemente puede ayudar a mitigar los efectos del uso de pantallas en los síntomas del ojo seco.

Condiciones de salud

Ciertas condiciones sistémicas de salud pueden contribuir al síndrome del ojo seco. Las enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren, pueden reducir la producción de lágrimas al atacar las glándulas responsables de producir la lágrima. Además, enfermedades como la diabetes y los trastornos de la tiroides, también pueden alterar la producción y la calidad de las lágrimas. 
En los casos en que el ojo seco se asocia con una condición de salud subyacente, el manejo de la enfermedad primaria es determinante para controlar los síntomas del ojo seco.

Problemas de párpado

Los trastornos de párpado, como la blefaritis, el entropión o el ectropión, pueden interferir en la distribución y el drenaje adecuados de las lágrimas. La blefaritis, una afección caracterizada por la inflamación del borde de los párpados, puede bloquear las glándulas de Meibomio ocasionando una mala calidad de la lágrima. El entropión (en que los párpados se giran hacia adentro) o el ectropión (en que los párpados se giran hacia afuera) también pueden hacer que las lágrimas se drenen incorrectamente, exacerbando los síntomas de ojo seco. 

El diagnóstico y el tratamiento adecuados de los trastornos de párpado pueden ser fundamentales para aliviar los síntomas de ojo seco y prevenir complicaciones adicionales.

Disfunción de la glándula de Meibomio (MGD)

Las glándulas de Meibomio, ubicadas a lo largo de los bordes de los párpados superior e inferior, tienen un papel crucial para el mantenimiento de una película lagrimal saludable, al producir una sustancia aceitosa llamada meibum. Este aceite forma la capa exterior de la película lagrimal evitando que las lágrimas se evaporen demasiado rápido. Cuando estas glándulas están bloqueadas o funcionan mal (la afección conocida como disfunción de las glándulas de Meibomio, [MGD, por sus siglas en inglés]), la película lagrimal se vuelve inestable ocasionando síntomas de ojo seco.

La MGD es una de las causas más comunes de ojo seco y requiere tratamientos específicos para abordar la disfunción subyacente de la glándula.

Lentes de contacto

El uso prolongado de lentes de contacto puede contribuir a los síntomas de ojo seco al “desordenar” la película lagrimal y disminuir la producción de lágrimas. Las lentes de contacto pueden causar irritación mecánica en la superficie del ojo y reducir la cantidad de oxígeno que llega a la córnea ocasionando molestias y sequedad. 

Las personas que usan lentes de contacto regularmente tienen un mayor riesgo de desarrollar ojo seco, especialmente si no siguen las rutinas adecuadas de cuidado de las lentes o las usan por períodos prolongados, sin interrupción.

El papel de las glándulas de Meibomio

 

Las glándulas de Meibomio tienen un papel clave en la prevención del síndrome del ojo seco. Estas glándulas producen los aceites esenciales que forman la capa exterior de la película lagrimal, lo que ayuda a ralentizar la evaporación de la lágrima. Las glándulas, cuando funcionan correctamente, aseguran que los ojos permanezcan lubricados durante todo el día. Sin embargo, cuando estas glándulas están bloqueadas o disfuncionales, la evaporación de las lágrimas se acelera provocando los incómodos síntomas del ojo seco.

La disfunción de las glándulas de Meibomio (MGD) es una de las causas más comunes del síndrome del ojo seco. Las personas con MGD suelen tener una película lagrimal inestable debido a la falta de meibum adecuado, lo que resulta en una evaporación más rápida de la lágrima y un mayor riesgo de ojo seco. A menudo se recomiendan tratamientos, como aplicar compresas tibias, higienizar los párpados y la expresión de las glándulas de Meibomio, para mejorar la función de la glándula y restaurar una película lagrimal saludable.

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¿Cuáles son los síntomas de ojo seco?

 

Los síntomas de ojo seco pueden variar de leves a agudos y pueden afectar uno o ambos ojos. Los síntomas típicos incluyen:

  • Sensación de escozor, ardor o picazón en los ojos;
  • Mucosidad en o alrededor de los ojos;
  • Sensibilidad a la luz, al viento o al humo de cigarrillo;
  • Fatiga ocular, especialmente después de leer o usar pantallas electrónicas;
  • Dificultad para utilizar lentes de contacto;
  • Episodios de lagrimeo excesivo seguidos de períodos de sequedad;
  • Visión borrosa, que a menudo empeora al final del día o después de mantener la vista enfocada en algo durante períodos prolongados.

Si bien los síntomas del ojo seco pueden ser intermitentes o crónicos, suelen empeorar con el tiempo si no se tratan. Las molestias causadas por el ojo seco pueden interferir en las actividades diarias, como leer, conducir o trabajar delante de una pantalla, y pueden reducir la calidad de vida.

¿Cómo se diagnostica el síndrome del ojo seco?


El diagnóstico preciso es esencial para tratar el ojo seco de manera eficaz. El diagnóstico del síndrome del ojo seco implica un examen exhaustivo por un profesional de la visión, quien evaluará los síntomas del paciente y la salud general de los ojos. Los métodos diagnósticos comunes incluyen:

Historia del paciente

Una historia detallada de síntomas, condiciones médicas, medicamentos y factores del estilo de vida suele ser el primer paso para diagnosticar el síndrome del ojo seco. El oftalmólogo le preguntará al paciente sobre cualquier condición de salud preexistente, exposiciones ambientales y las actividades diarias, para determinar los posibles causantes a los síntomas de ojo seco.

Examen ocular

Se realizará un examen ocular completo para evaluar la salud de los ojos y los párpados. El oftalmólogo examinará la película lagrimal, la córnea y la conjuntiva para buscar signos de sequedad, inflamación o daño en la superficie del ojo. 

Análisis de la película lagrimal

Pruebas, como la de Schirmer (que mide la producción de lágrima) y la de tiempo de ruptura de lágrimas (TBUT) (que evalúa la estabilidad de la película lagrimal), se utilizan comúnmente para evaluar la función lagrimal. Estas pruebas pueden ayudar a determinar si una persona tiene ojo seco con deficiencia acuosa u ojo seco por evaporación, lo que puede actuar en el enfoque del tratamiento.

Pruebas de tinción

Se pueden usar colorantes especiales, como la fluoresceína o el verde de lisamina, para destacar cualquier daño en la córnea y la conjuntiva. Estos colorantes pueden revelar áreas de sequedad o lesiones en la superficie del ojo proporcionando una información valiosa para el diagnóstico y la planificación del tratamiento.

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¿Cómo tratar los ojos secos?


No existe un enfoque único para tratar el síndrome del ojo seco. El plan de tratamiento dependerá de la causa subyacente, la gravedad de la afección y los síntomas específicos del paciente. A continuación se presentan varias opciones de tratamiento, como:

Lágrimas artificiales

Las lágrimas artificiales de venta libre suelen ser la primera línea de defensa contra los síntomas del ojo seco. Estas gotas para los ojos pueden proporcionar un alivio temporal al complementar la producción natural de lágrimas del ojo. Se recomiendan las opciones sin conservantes para el uso frecuente, ya que en algunas gotas para los ojos los conservantes pueden causar irritación con el uso prolongado.

Medicamentos recetados

Para los casos más graves de ojo seco, puede que sea necesario prescribir medicamentos. Los antiinflamatorios pueden reducir la inflamación en las glándulas productoras de lágrimas, mejorando su producción y aliviando los síntomas. 

Gotas oftálmicas a base de lípidos

Las gotas oftálmicas a base de lípidos están diseñadas para reponer la capa aceitosa de la película lagrimal reduciendo la evaporación de lágrimas. Esas gotas son especialmente útiles para personas con disfunción de las glándulas de Meibomio, ya que pueden ayudar a estabilizar la película lagrimal y proporcionar un alivio más duradero de los síntomas de ojo seco.

Lentes esclerales

A las personas con ojo seco severo se les pueden recomendar lentes esclerales. Estas lentes de contacto especiales crean un ambiente húmedo para el ojo proporcionando hidratación y protección continuamente contra los irritantes exteriores. Las lentes esclerales pueden ser particularmente beneficiosas para las personas con afecciones, como el síndrome de Sjögren o la disfunción grave de la glándula de Meibomio.

Expresión de la glándula de Meibomio

La expresión de las glándulas de Meibomio es un procedimiento realizado por el oftalmólogo para desbloquear las glándulas de Meibomio mejorando, así, la calidad del meibum y restaurando la película lagrimal saludable. Este procedimiento puede ser muy eficaz en el tratamiento del ojo seco evaporativo causado por la disfunción de las glándulas de Meibomio.

Terapia con Luz Pulsada Intensa (IPL)

La terapia con luz pulsada intensa (IPL, por sus siglas en inglés) es una opción de tratamiento relativamente nueva para el síndrome del ojo seco, particularmente en los casos que involucran la disfunción de la glándula de Meibomio. La terapia IPL funciona al reducir la inflamación y ajustar la función de las glándulas de Meibomio, lo que mejora la calidad de las lágrimas y reduce los síntomas.

Estilo de vida y soluciones caseras


Además de los tratamientos médicos, cambiar el estilo de vida y adoptar algunas soluciones caseras pueden ayudar a controlar los síntomas del ojo seco.

Compresas tibias e higiene de los párpados

El uso regular de compresas tibias y exfoliantes suaves para párpados puede ayudar a controlar afecciones, como la blefaritis y la disfunción de las glándulas de Meibomio. Las compresas tibias pueden ablandar el meibum en las glándulas de Meibomio, permitiendo que fluya más libremente y mejore la calidad de la lágrima

Los exfoliantes de párpado pueden eliminar los desechos y las bacterias de los párpados, reduciendo la inflamación y mejorando la función de la glándula.

Suplementos de Omega-3

Los suplementos dietéticos que contienen ácidos grasos de omega-3, como el aceite de pescado o el aceite de linaza, pueden ayudar a mejorar la calidad de las lágrimas y reducir la inflamación asociada con el síndrome del ojo seco. Los ácidos grasos de omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar tanto a los ojos como a la salud en general. Usted encontrará consejos de recetas ricas en Omega-3 aquí.

Cambios en el ambiente

Hacer cambios en el entorno puede ayudar a reducir los síntomas del ojo seco. El uso de un humidificador para agregar humedad al aire, evitar el flujo de aire directo de ventiladores o acondicionadores de aire y tomar descansos regulares durante el uso prolongado de la pantalla, pueden ayudar a mantener la hidratación y la comodidad de los ojos.

Ciertos hábitos también pueden mejorar los síntomas del paciente:

  • Parpadear regularmente: hacer un esfuerzo consciente para parpadear con más frecuencia, especialmente al usar dispositivos digitales, para ayudar a distribuir las lágrimas de manera uniforme por los ojos.
  • Mantener la hidratación: beber mucha agua a lo largo del día para mantener la hidratación general; esto es esencial para la producción de lágrimas.
  • Usar gafas protectoras: las gafas de sol o las protectoras pueden proteger los ojos del viento, el polvo y el aire seco, reduciendo la evaporación y la irritación de las lágrimas.
  • No fumar: el tabaquismo y la exposición al humo de segunda mano pueden exacerbar los síntomas de ojo seco, ya que ambos irritan los ojos y reducen la producción de lágrimas.
  • Hacer pausas: seguir la regla 20-20-20 al usar pantallas; es decir: cada 20 minutos, tomar un descanso de 20 segundos y mirar algo a 20 pies (unos 6 metros) de distancia, para reducir la fatiga visual y la sequedad.

Consultar al oftalmólogo


Si bien los casos leves de ojo seco a menudo se pueden controlar con productos de venta libre y cambios en el estilo de vida, es importante consultar a un oftalmólogo, siempre que:

  • Los síntomas sean graves o persistentes;
  • Experimentar dolor significativo, enrojecimiento o disminución de la visión;
  • Los tratamientos de venta libre no proporcionen alivio;
  • Haya un aumento repentino de los síntomas.


Conclusión

El síndrome del ojo seco es una afección de mayor frecuencia y a menudo pasada por alto que puede afectar significativamente la comodidad, la visión y la calidad de vida. Al comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento, las personas que padecen el síndrome del ojo seco pueden desempeñar un papel activo en el control de su afección y en la mejora de su salud ocular. Con la combinación correcta de tratamientos médicos y ajustes en el estilo de vida, la mayoría de las personas con ojo seco pueden encontrar alivio y mejorar su calidad de vida.

Si usted sospecha que tiene el síndrome del ojo seco, consulte a un oftalmólogo para analizar sus síntomas y desarrollar un plan de tratamiento personal y adaptado a sus necesidades específicas.

Para obtener información más detallada sobre ojo seco, consulte nuestra página web: www.miojoseco.es