¿Qué es el ojo seco?

Un plantel internacional de especialistas en salud visual ha establecido nuevos estándares de diagnóstico: el informe DEWS 2. Además de un cuestionario para evaluar el número y la gravedad de los síntomas, el diagnóstico del ojo seco incluye en su mayoría pruebas que no implican contacto con el ojo.

• Interferometría: se trata de una prueba para evaluar el grosor de la capa lipídica de la película lagrimal entre parpadeos. El color y la estructura de la capa lipídica (bordes coloreados como una mancha de aceite) hacen posible evaluar la calidad y el grosor de la capa lipídica. Esta prueba es especialmente útil para diagnosticar la disfunción de las glándulas de Meibomio (evaporación de la película lagrimal).
• Medición de la altura del menisco lagrimal: evaluación cuantitativa de la película lagrimal (a lo largo del borde del párpado inferior). La ausencia de menisco lagrimal es una indicación de ojo seco. 
• NIBUT (tiempo de rotura no invasivo): el tiempo de rotura no invasivo es una prueba que permite evaluar la estabilidad de la película lagrimal en la córnea. A partir de los parpadeos, evaluamos el tiempo en que la película tarda en romperse proyectando una rejilla sobre la córnea: NIBUT normal > 10 segundos/ojo seco <10 segundos.
• Meibografía: un sistema infrarrojo sin contacto para obtener rápida y fácilmente una imagen general de la morfología de las glándulas de Meibomio (que producen la capa lipídica). La meibografía permite evaluar la pérdida, atrofia y obstrucción de las glándulas de Meibomio. También pueden realizarse pruebas convencionales, como el test de Schirmer, la tinción ocular.

Dado que el síndrome de ojo seco es multifactorial, su tratamiento es complejo, y puede incluir medidas de higiene, calor y masaje de los párpados, ejercicios de parpadeo, lágrimas artificiales y el uso de luz pulsada intensa (IPL).

La tecnología IPL se basa en una serie de pulsos de luz que estimulan y aceleran el metabolismo de las glándulas lagrimales. El tratamiento es rápido e indoloro. Requiere entre 3 y 4 sesiones, con entre 2 semanas y 1 mes de separación. Este tratamiento mejora la calidad de la película lagrimal, además de lograr una mejora significativa de los síntomas que experimenta el paciente.

También se observan otras mejoras clínicas: analgésicas, antinflamatorias (blefaritis, conjuntivitis), antimicrobianas (infección bacteriana y por Demodex), estimulación y regeneración de tejidos.