¿Qué es la retinopatía diabética?

Para diagnosticar la retinopatía diabética, es fundamental utilizar técnicas de diagnóstico por la imagen de la retina que permitan ver qué está pasando en su interior.
En el caso de los pacientes diabéticos, es necesario hacerse revisiones regulares de la retina para determinar en qué etapa se encuentra la retinopatía. Se realizan pruebas como la angiografía de retina y el diagnóstico por la imagen TCO.

La angiografía fluoresceínica retiniana, realizada con un retinógrafo, ofrece imágenes de los vasos sanguíneos de la retina tras la administración de un medio de contraste. Se utiliza para determinar el grado de extensión de la retinopatía y para hacer un seguimiento del tratamiento.

El diagnóstico por la imagen TCO ofrece imágenes de corte transversal de la retina que muestran su grosor y permiten detectar posibles filtraciones al tejido retiniano. Posteriormente, las pruebas de TCO permiten supervisar la eficacia del tratamiento. En caso de hemorragia vítrea, puede recurrirse también a la ecografía.

En función de la fase de desarrollo de la enfermedad, existen varias opciones de tratamiento posibles, como el uso del láser, de inyecciones y de la cirugía. Puede emplearse el láser para detener o ralentizar la filtración por los vasos sanguíneos (fotocoagulación), para eliminar los vasos recién formados en la periferia de la retina (fotocoagulación panretiniana) y para reducir el edema macular (tratamiento láser subliminal).

La vitrectomía es la técnica quirúrgica que consiste en extraer el humor vítreo en caso de hemorragia y/o desprendimiento de retina.