La causa exacta del glaucoma no se comprende completamente; generalmente, implica el aumento de la presión ocular. Estos son algunos de los principales factores que pueden contribuir para esta enfermedad:

Presión intraocular elevada

El ojo produce constantemente un líquido transparente llamado humor acuoso que nutre el ojo y mantiene su forma. Este líquido fluye fuera del ojo a través de un canal en forma de malla. Si estos canales se obstruyen o si el ojo produce demasiado líquido, la presión intraocular puede aumentar dañando, así, el nervio óptico.

Genética

El glaucoma tiende a ser hereditario. Si hay antecedentes familiares de glaucoma, existe un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Los factores genéticos pueden influir en la estructura del ojo y en la eficiencia del sistema de drenaje.

Edad

El riesgo de desarrollar glaucoma incrementa con la edad. Las personas mayores de 60 años corren un mayor riesgo que aumenta a cada década de vida.

Problemas clínicos

Ciertas condiciones clínicas pueden aumentar el riesgo de glaucoma, como diabetes, presión arterial alta y enfermedades cardíacas. Estas enfermedades pueden afectar el flujo sanguíneo al nervio óptico y aumentar la presión ocular.

Lesiones Oculares

Un trauma ocular puede causar daños en el sistema de drenaje del ojo ocasionando un aumento de la presión intraocular y, por consiguiente, el glaucoma. Esto puede ocurrir inmediatamente después de la lesión o desarrollarse años después.

Uso prolongado de corticosteroides

El uso prolongado de medicamentos corticosteroides, especialmente las gotas para los ojos, puede aumentar el riesgo de desarrollar glaucoma. Estos medicamentos pueden dañar el sistema de drenaje del ojo y provocar aumento de la presión.

Otros factores de riesgo

Los factores de riesgo adicionales para el glaucoma incluyen miopía grave, córneas delgadas y enfermedades, como el síndrome de dispersión de pigmento (cuando los gránulos de pigmento del iris se dispersan dentro del ojo).

Los signos de glaucoma pueden variar según el tipo y los estados de la enfermedad. En los primeros estados es posible que muchas personas con glaucoma no noten ningún síntoma. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden volverse más evidentes.

Glaucoma de ángulo abierto

El glaucoma de ángulo abierto generalmente se desarrolla lentamente y sin ningún síntoma notable. La pérdida de la visión generalmente comienza con la visión periférica o lateral. En el momento en que la visión central se ve afectada, la enfermedad suele estar bastante avanzada. Los exámenes oculares regulares son determinantes para la detección temprana y la prevención de pérdidas significativas de la visión.

Glaucoma de ángulo cerrado

El glaucoma de ángulo cerrado, también conocido como glaucoma de ángulo estrecho o agudo, puede causar síntomas repentinos y graves, como:

• Dolor ocular intenso;
• Náuseas y vómitos;
• Manifestación repentina de alteraciones visuales, a menudo bajo poca luz;
• Visión borrosa;
• Halos alrededor de luces;
• Enrojecimiento del ojo.

Si usted experimenta alguno de estos síntomas, busque atención médica inmediatamente para evitar daños permanentes.

La detección temprana del glaucoma es decisiva para prevenir una pérdida significativa de la visión. Los exámenes oculares completos regulares son la mejor manera de detectar el glaucoma en sus primeros estados. Se pueden usar varias pruebas y procedimientos para diagnosticar el glaucoma, como:

Tonometría

La tonometría mide la presión ocular. Suele ser una de las primeras pruebas que se realizan. El método más común es la tonometría de aplanación, en que se aplica una presión suave sobre la córnea para medir la presión intraocular.

Oftalmoscopia

La oftalmoscopia le permite al oftalmólogo examinar el nervio óptico en busca de daño. Esto se hace usando un instrumento especial llamado oftalmoscopio, que ilumina el ojo y amplía el nervio óptico.

Perimetría

La perimetría, o prueba del campo visual, mide la visión periférica. Esta prueba puede ayudar a detectar áreas de pérdida de la visión que pueden ser causadas por el glaucoma.

Gonioscopia

La gonioscopia se utiliza para examinar el ángulo de drenaje del ojo. Se coloca una lente especial sobre el ojo que permite al oftalmólogo ver el ángulo donde el iris se encuentra con la córnea.

Paquimetría

La paquimetría mide el espesor de la córnea. Este espesor puede estorbar las lecturas de la presión intraocular, una información importante para el diagnóstico preciso y la planificación del tratamiento.

Biomicroscopía ultrasónica (UBM)

La biomicroscopía ultrasónica (UBM, por sus siglas en inglés) utiliza ultrasonido de alta frecuencia para obtener imágenes detalladas del segmento anterior del ojo, incluidas las del ángulo de drenaje, el cuerpo ciliar y el iris. Este examen es particularmente útil para diagnosticar y tratar el glaucoma de ángulo cerrado y otras enfermedades que afectan la parte frontal del ojo.

Tomografía de coherencia óptica (OCT):

La OCT (por sus siglas en inglés) es una prueba de diagnóstico por imagen no invasiva que utiliza ondas de luz para tomar imágenes transversales de la retina. Ayuda a medir el espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina que puede verse afectada por el glaucoma.

Si bien no existe cura para el glaucoma, el tratamiento puede ayudar a reducir la presión ocular, prevenir un mayor daño al nervio óptico y retrasar la progresión de la enfermedad. 

Según la situación del paciente, las opciones pueden incluir medicamentos, tratamientos con láser, cirugía o una combinación de cualquiera de estos métodos.

Medicamentos

Los medicamentos, a menudo en forma de gotas oftálmicas, suelen ser la primera línea de tratamiento para el glaucoma. Estos medicamentos ayudan a reducir la presión ocular disminuyendo la producción de humor acuoso o mejorando su salida. 

Es importante usar estos medicamentos, según lo recetado por el oftalmólogo, para controlar eficazmente la presión ocular.

Terapia con láser

El tratamiento con láser se puede utilizar para tratar diferentes tipos de glaucoma y en diferentes estados de la enfermedad:

• La trabeculoplastia con láser se usa generalmente para tratar el glaucoma de ángulo abierto. Este procedimiento ayuda a mejorar el drenaje a través de la malla trabecular.
• La iridotomía con láser se utiliza a menudo para tratar el glaucoma de ángulo cerrado. Este procedimiento crea un pequeño orificio en el iris para mejorar el drenaje de líquidos.
• La ciclofotocoagulación con láser se usa en casos avanzados. Este procedimiento reduce la producción de humor acuoso al tratar el cuerpo ciliar.

Cirugía

Si los medicamentos ni la terapia con láser son efectivos, puede ser necesario hacer una cirugía para reducir la presión intraocular. Las opciones quirúrgicas incluyen:

• Trabeculectomía: este procedimiento crea una nueva vía de drenaje para que el humor acuoso salga del ojo reduciendo, así, la presión intraocular.
• Implantes de drenaje: se implantan pequeños tubos en el ojo para ayudar a drenar el exceso de líquido.
• Cirugía mínimamente invasiva del glaucoma (MIGS): estos procedimientos son menos invasivos que la cirugía tradicional y tienen un tiempo de recuperación más rápido. Incluyen una serie de técnicas para mejorar la salida del líquido.

Además de utilizar el tratamiento médico, los pacientes de glaucoma pueden adaptar su estilo de vida y optar por soluciones que les ayuden manejar su enfermedad:

• Dieta saludable: alimentarse con una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, puede favorecer la salud ocular. Alimentos ricos en antioxidantes, como las verduras de hoja verde, pueden ser especialmente benéficos.
• Ejercitarse regularmente: el ejercicio moderado puede ayudar a reducir la presión intraocular y mejorar la salud general.
• Evitar el exceso de cafeína: las altas cantidades de cafeína pueden aumentar la presión intraocular.
• Protegerse los ojos: llevarse gafas protectoras durante la práctica deportiva o actividades que podrían causar lesiones puede prevenir el glaucoma relacionado con el trauma.

Si usted sospecha que puede tener glaucoma o está en riesgo debido a antecedentes familiares, edad u otras condiciones médicas, tiene que consultarse con un oftalmólogo. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son determinantes para prevenir problemas de visión permanentes.

Los exámenes oculares completos regulares pueden ayudar a detectar el glaucoma en sus primeros estados, incluso antes de que aparezcan los síntomas. Su oftalmólogo le dará consejos personales, le indicará las pruebas necesarias y le recomendará los tratamientos adecuados para cuidar su visión. ¡No espere a que los síntomas empeoren! Concierte una cita con su oftalmólogo, si tiene la más mínima duda sobre su salud ocular.

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