La biomicroscopía ultrasónica (UBM por su sigla en inglés) es un método complementario valioso para el diagnóstico de distintas patologías del segmento anterior. A diferencia de la tomografía por coherencia óptica, la UBM puede reproducir imágenes de las estructuras profundas del segmento anterior y de la periferia extrema de la retina. Tiene la ventaja de ser un examen dinámico que generalmente no requiere la cooperación del paciente, se puede realizar en presencia de medios opacos y la fijación de la mirada no es muy importante.
En la actualidad, la resolución excelente y la penetración que se obtienen con los nuevos ecógrafos equipados con transductores más potentes nos permiten contar con una nueva ayuda diagnóstica al alcance de todos. En ese sentido, trabajamos con el nuevo transductor de 50MHz del equipo ABSolu® utilizando o bien el ClearScan® o el escudo escleral de inmersión.
Sin embargo, puesto que es un examen de “contacto”, muchos examinadores se abstienen de realizarlo. Esto sorprende porque cualquier persona que realiza exámenes oculares puede poner o bien un espéculo entre los párpados o un lente de tres espejos sobre la córnea.
Este es mi primer consejo: no tenga miedo de realizar un examen de contacto que no es ni más ni menos complicado que cualquier otro examen en oftalmología.
¡Seguridad ante todo!
Lo primero que se debe tener presente es que si el examen se realiza con el mínimo de condiciones de seguridad, es un procedimiento sencillo, inocuo y rápido que ofrece excelentes resultados.
Para realizar un examen de manera segura debemos asegurarnos de que el paciente tenga claro cuál es el examen que se va a realizar. Mi consejo es que “un paciente informado es un paciente que colabora”. El paciente debe llegar al consultorio sin maquillaje en los párpados o las pestañas, y sin lentes de contacto, si es el caso. Debemos asegurarnos de que el paciente no sufra de ningún tipo de alergia de contacto, especialmente a los anestésicos, puesto que se utilizarán gotas tópicas de esos medicamentos para facilitar el examen.
Lo siguiente es definir si se va a utilizar el ClearScan® o un escudo escleral de inmersión porque el transductor debe estar relativamente lejos de las estructuras a examinar.
El ClearScan® es un dispositivo desechable que permite hacer el examen con el paciente sentado. Se debe llenar con agua destilada para evitar la cristalización de las sales de soluciones como la solución salina balanceada (BSS) o de cloruro de sodio en el cristal piezoeléctrico. Se debe regular la tensión de la membrana del ClearScan® de acuerdo con la sensibilidad del paciente o el tipo de examen que se desea hacer. Debe estar muy turgente al examinar la córnea, lesiones de los párpados y tumores superficiales, mientras que debe tener una relativa elasticidad al examinar el ángulo y otras estructura retroiridianas. Se debe mantener la turgencia solamente si se desea hacer una seudoindentación con el ClearScan®.
En el caso del escudo escleral de inmersión es mejor usar uno de silicona de bordes suaves previamente desinfectado con las soluciones indicadas. Se debe limpiar con abundante agua antes de realizar el examen para evitar la irritación por sustancias ajenas al estudio propiamente. El escudo escleral se debe ubicar suavemente sobre la conjuntiva que rodea el limbo, evitando tocar la córnea. Después se llena con solución acuosa sin minerales, evitando el agua esterilizada que es dañina para la córnea.
Conozca a su paciente
Una sugerencia importante es determinar la razón por la cual remiten al paciente para el estudio a fin de saber lo que estamos buscando. Si es nuestro paciente, no hay problema, pero los colegas suelen remitirnos pacientes para descartar una patología específica, lo cual debe estar claramente establecido en la orden médica antes de iniciar el examen. De esta manera optimizamos la búsqueda de la patología de deseamos corroborar durante el estudio.
Estandarizar el examen
Siempre recomendamos un examen ordenado, estandarizado, con un primer barrido de 360 grados con los movimientos oculares de acuerdo con el área que deseamos examinar, para luego concentrarnos en la zona donde encontremos alguna patología.
Una sugerencia importante para los principiantes es que este examen tiene por objeto descubrir si hay algo anormal en el segmento anterior y el intermedio. Por tanto, es necesario haber examinado previamente ojos “normales” durante el entrenamiento antes de aventurarse a buscar una patología.
El simple hecho de encontrar una anomalía, cualquier que sea, es importante porque representa el 50% de la tarea que debemos hacer.
Otra sugerencia importante: describir lo se vea anormal. No importa si no se sabe cuál es el diagnóstico inicialmente porque quien quiera que lea la descripción y tenga más experiencia podrá guiar su criterio diagnóstico. Entonces es obligatorio tener acceso a la información diagnóstica definitiva a fin de establecer la correlación entro lo observado y la conclusión final sobre la patología. Este proceso de aprendizaje debe hacerse de la mano de un tutor o mentor a fin de optimizar lo aprendido.
Como parte del proceso de entrenamiento es absolutamente necesario comparar los hallazgos con otros métodos, a veces incluso con la patología, para así aprender a correlacionar las lesiones con sus imágenes ecográficas.
Siguiendo todas estas recomendaciones debemos iniciar sin miedo el aprendizaje de este método que nos dará acceso a zonas a donde no llegan los métodos ópticos. Además, puesto que se trata de un examen dependiente del operador, hará que seamos necesarios como parte del proceso de diagnóstico. Esto nos llevará a mejorar cada día y a estudiar con mayor entusiasmo las patologías y otras condiciones que descubriremos a medida que pase el tiempo.
Nuestro objetivo es vencer el miedo de realizar los primeros exámenes y convertirnos con paciencia en expertos en este método diagnóstico fascinante.
Mi último consejo es: estudien la patología macroscópica de las lesiones para observar y correlacionar la clínica con sus hallazgos, puesto que no deben nunca olvidar que este es un método de ayuda diagnóstica que, combinado con la clínica, les dará una ventaja considerable frente a los colegas que no se atreven a realizar este examen.